2005-07-06

Cruz

Después de mucho tiempo te conté esa verdad, la de mi cruz. La de mi cruz física, esa que viste y que te hizo sonrojar. Sabías desde hacía tiempo de otras tantas cruces, metamorfoseadas en dolores y ausencias, abandonos y duelos no realizados, pero de esta te enteraste tarde. Como todo, tarde, en nuestra relación.
Ese día te esperé en la puerta de tu edificio, en ese anhelo físico por verte desde hacía días. Amontonando desprecios, evasivas y mentiras recibidas. Ese día, como aquel que te esperé en la puerta de tu casa, no llegaste.
Me "habíamos" convertido en un despojo dependiente de tu mirada.
Mientras volvía a casa de madrugada, soñando con estrellar mi auto a 100 kilómetros por hora contra algún árbol añoso, ( pobre víctima de mi autodesprecio) decidí dejar de quererte. Decidí que tenía que marcarme un límite. Y lo marqué. Lo marqué con un cuchillo caliente en la palma de mi mano, en forma de cruz.
Por supuesto que no marcó ningún límite en mi amor, que te seguí amando hasta que otro amor te curó, y que esa herida de cuchillo tardó meses en sanar.
Hoy es una cruz en mi palma, una cruz sobrerrelieve que cada tanto palpo y que no explico por vergüenza. A veces me duele. Como vos.
Lo irónico es que casi, casi, parece la inicial de tu nombre.

No hay comentarios.: