2011-03-03

The box

Yo se que nos estamos separando, Amor. Sé que miras hacia los lados cuando caminas conmigo.
No es malo, amor, no es malo. El único efecto secundario son los recuerdos innombrables.
Vos aquí, yo aquí, y ambas en ninguna parte. En mundos imaginarios donde no soñamos a la otra. Me dirás que soy yo, pero no, amor, no. Porque te amo sé leerte, y sé de tus miedos.
Yo también tengo miedo. Quisiera revertir este camino que parece tan irreversible como la misma muerte. Quisiera verte nuevamente con aquellos ojos, donde todo lo bueno aún era bueno.
Y entre tantas exhumaciones creo que deberíamos desenterrar a nuestros difuntos, honrarlos, y dejarlos partir.
La muerte siempre me alcanza, de una u otra forma. Debería sentirme privilegiada de su aviso constante, pero más bien estoy cansada. Necesito un poco de inmortalidad por estos días, y no la estoy obteniendo. Todo se me hace fútil. Y las rutinas se me hacen mortíferas.
Volviendo a vos, amor, te digo que no te resistas. Hay que prepararse para el Adiós. Quizá siempre te dejo partir, Amor, para ser yo quien decida cuando decirlo.
Estoy cansada. Estoy triste.
Y ningún camino me invita a caminarlo.