2006-08-28

No reconozco mis piernas que antes sabían correr
ni mi corazón que solía latir
hoy soy un cadáver
un cadáver de piel seca
piernas muertas
manos infelices
ojos cerrados
lengua tiesa
pies dolientes
estómago hueco
corazón angustiado
y posición fetal perenne
pero 25 gotitas
25 gotitas
25 gotitas
que me mantienen mirando al Sudeste
tratando de hacer 4 comidas al día
y sonriendo
cuando quiero gritar y bramar y escupir
romper a patadas y puñetazos todo-primeramente mi rostro
y destruir, destruir, destruir
esto que está derruido pero no se ve
esto que soy que no es nada
hasta quedarme sin sangre y sin saliva
sin puños ni pies
sin fuerza ni voz
de gritar, golpear, reventarme contra cada pared
hasta que todas las puertas se abran
y de rodillas pida perdón
perdón
perdón
perdón
perdón
y me deje caer
en un exorcismo entre mis dolores y yo,
llorando sangre, destilando sangre por cada herida vieja o nueva,
descansando por fín, descansando
sin nudillos, sin cara, sin ojos, sin tumbas,
los brazos abiertos,
de rodillas desnuda ante un espejo imaginario
donde pueda verme, sangrante, sangrante en paz
en agonía
para desplomarme y dejar de fingir por última vez.

2006-08-16

Qusiera saber si existe un conjuro para volver a amarte. Para volver a tenerte entre mis brazos y retener todo lo que nos unió.
Te extraño desde las entrañas, te pienso y mis órganos se encogen y retuercen, me vuelvo en posición fetal y sólo puedo vivir la angustia.
Dónde nos quedamos? Existe la fórmula para volver a buscarte a ese punto y no perderte nunca más?
Por estos días sólo escucho tu voz junto a la mía en tantas voces y añoro tocarte la mano a escondidas mientras la gente aplaudía, o mirarnos cómplices por lo lindo que nos salió algo.
Mi cama no tiene tu calor, nuestros gatos maullan a la luna como pidiendo explicaciones, y sólo puedo decirles que no estás, que te dejé ir, que tuve mis razones.
Pero ellos no las entienden, sólo entienden ese vacío de calor en el lecho, ese vacío de tus caricias que también se siente en mi pelo y en mi rostro, como tantas noches antes de dormir. Ese vacío que sienten mis manos inertes mientras buscan tus dedos en los sueños.
Dónde nos quedamos? Será posible que ese lugar retorne del pasado y poder volver a buscarte? Tantas veces lo intenté cuando no podía amarte y tantas veces fallé. Pero seguías a mi lado, y me sostenías, y ahora me siento como un tronco a la deriva en un mar tempestuoso que hace de mi lo que quiere y que ha borrado todas mis intenciones y propósitos.
Cuánto de mí se perdió cuando te dejé ir? Cuánto de mí estoy perdiendo buscando nuevos rumbos?
Cuánto de nosotros se volvió irremesiblemente perdido y nunca jamás reencontrado?
Sólo sé que te extraño y miro tu lado del placard y tu lado de la cama y no estás y parte de mí se fue con vos y no sé ya que hago, no sé qué rumbo tomar y no sé qué teléfono marcar cuando quizá solo necesite tu voz que tanto me consolaba y tranquilizaba.

2006-08-04

Anticipo el final
la soledad de siempre para siempre.
Me encierro entre papeles
con olor a tabaco
con palabras
con el amor del mundo
la amistad, la ternura
y a veces
con el odio del mundo. No me importa:
porque también el odio es la pasión
y está en el hombre.
Me deslizo entre estantes
crujientes de volúmenes,
estallando de cobres y cristales,
desbordados de brújulas, relojes,
cerámicas, tapices, medallones.
Retratos con los ojos detenidos.
Anticipo la calma.
Serenidad de siempre para siempre
con presencias sin sombra
y moradas sin techo.
No me gusta este tiempo de empellones,
de golpes, de inclemencia
ni esta ruda coraza que soporto
ni este clima acechante
con su aire emponzoñado,
su rumor de jaurías.
Despacio, voy cerrando las ventanas,
oscureciendo luces,
apagando los fuegos.
Cierro mi vida.
Ahora.
Anticipo el silencio.

Julia Prilutzky Farny