Esta serpiente que sale de mi vientre y por mi boca, esta serpiente que te escupe, te envenena, esta serpiente que duerme a oscuras del rencor.
Este veneno con sabor a despedida y a pasiones pasadas, este veneno amargo y extractado que se nutre de la muerte, del alcohol, de la nada.
Estos ojos que ya no ven y sólo perciben formas que simplemente desea borrar, estos ojos que se ciegan y desean apurar su negrura y silencio.
Esta boca que se ríe a carcajadas de insultos y maldades, esta boca que está seca y podrida, esta boca capaz de crear abismos miles entre tu rostro y el mío, que está disecada en vida y no puede siquiera esgrimir una mueca de orgullo.
Este corazón que te ama pero te odia, que no tolera sentirse dentro de este cuerpo, este alma errante que desea partir al olvido, esta persona que no puede permitir que sigas despertando más demonios.
1 comentario:
Tiene una fuerza que casi convence, cuando el dolor revuelve las entrañas se disfraza de fortaleza.
Al fin y al cabo se trata de jugarnosla por todas y vivir por sobre la realidad.
Un gran abrazo
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