Y existaxió ese día donde todo pareció tan cercanto y donde toda otridad se volvió inexistonta y vacía.
Ese día donde soñociéndonos, nos dejamos acurrunar por constelacielos y amanocheres.
Donde era prohibitante usar palabravacuas o verboludos.
Donde nos seudocíamos, hablariquéabamos y sonrejábamos a carcalofríos.
Donde nos enamoríamos subliernamente.
Donde una cariñia tiernue era el gestupefacto máxnanimo.
Pero llegó ese dilemento cuando conovernos era inevilenable y lo dilatontamos más y más. Tus raziones seguramente no eran las mías.
Hoy te desencuentro a miseratos, pero sé que te voy perdiejando en cada calla.
Te extrañoro.
1 comentario:
Granta su presentacia entren los mìos.
Ya la leo-siento
y esto no depende de nada.
Impresionante lo suyo.
Grandes coincidencias, cangrejita:)
Un abrazo.
Ya me doy una vuelta por su relativo absoluto.
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